Motorcycle Vespa

martes, 4 de diciembre de 2012

Monólogo interior. Marián García Barcia.



Quedan pocas paradas para llegar a la suya ¿Me levanto o no? ¿Se lo digo? De nuevo lo tengo a escasos metros y sería cobarde volverse y hacer como si nada después de todo ¿o sería lo que debería hacer y dejar las cosas como están? -no no no- recapacita, ha pasado ya casi un año desde entonces y cada uno ha ido por su camino aunque nunca haya perdido interés por el suyo ya sea por miedo a saber algo que me pueda hacer daño quizá porque nunca llegué a olvidarle pero no sería por no intentarlo aunque esa no es mi preocupación ahora yo estoy segura de mis sentimientos y la decisión que me faltó en ese momento estaba claro que solo era cuestión de tiempo y sé que un año es mucho tiempo pero no quiero equivocarme y por mi orgullo impedir que suceda lo que quizá llevo esperando desde que tomé la estúpida decisión de no continuar aquello presa de mi indecisión y cuando tenga 80 años al menos con un espíritu un poco más inconformista y lo vea desde un punto de vista diferente me reprocharé no haber reunido el valor suficiente como para levantarme de ese asiento del bus bajarme de este e ir tras él y decirle en ese momento todo lo que sentía a aquel “muchacho del bus” ¿eso es lo que quiero? Sé que no y si me rechaza en el momento me sentiré mal pero no tengo nada que perder y con el tiempo será una anécdota más de un amor de mi juventud con todo esto recordé unas palabras que él me había dicho al poco de conocernos “la Real Academia define imposible como algo que no tiene facultad ni medios para llegar a ser o suceder y define improbable como algo inverosímil que no se funda en una razón prudente  puestos a escoger a mí me gusta más la improbabilidad que la imposibilidad como a todo el mundo supongo la improbabilidad duele menos y deja un resquicio a la esperanza a la épica que David ganara a Goliat era improbable pero sucedió un afroamericano habitando la casa blanca era improbable pero sucedió una periodista convertida en princesa el amor las relaciones los sentimientos no se fundan en una razón prudente por eso no me gusta hablar de amores imposibles sino de amores improbables porque lo improbable es por definición probable lo que es casi seguro que no pase es que puede pasar y mientras haya una posibilidad media posibilidad entre mil millones de que pase vale la pena intentarlo”.

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