mientras suena la música que se pierde en los techos.
Cuando veo, al reverbero del gas que va tiñéndola,
tu frente aureolada de un mórbido atractivo
donde las luces últimas del sol traen a la aurora,
y, como los de un cuadro, tus fascinantes ojos,
Me digo: ¡qué bella es! , ¡qué lozanía extraña!
El taraceado recuerdo, pesada y regia torre,
La corona, y su corazón, prensado como fruta,
Y su cuerpo, están prestos para el más sabio amor.
¿Serás fruto que en otoño da sazonados sabores?
¿Vaso fúnebre que aguarda ser colmado por las lágrimas?
¿Perfume que hace soñar en perfumes lejanísimos,
almohadón acariciante o canastilla de flores?
Sé que hay ojos arrasados por la cruel melancolía
que no guardan escondido ningún precioso secreto,
bellos estuches sin joyas, medallones sin reliquias
más vacíos y más lejanos, ¡oh cielos!, que esos dos tuyos.
Pero ¿no basta que seas la más sutil apariencia,
alegrando al corazón que huye de la verdad?
¿Qué más da tontería en ti o qué más da indiferencia?
Te saludo adorno o máscara. Sólo adoro tu belleza.
Comentario:
Se trata de un poema de temática amorosa, en la que habla de una bella muchacha de la que parece estar enamorado. En mi opinión es una obra muy romántica con connotaciones positivas y negativas acerca del amor ( me recuerda un poco a las "cantigas" de amor).
Se trata de un poema simbolista, cuyo principal símbolo es el sol, que da esperanza y se lleva lo malo, la tristeza. Por lo de más, es una obra de gran belleza literaria que me transmite alegría y positivismo.
El caligrama comienza en la manga del chico y finaliza en el casco de este mismo chico.( está señalizado con puntos) Por si no se entendiese bien el caligrama o surgiese alguna duda, dejo aquí mi poema en el que he basado este caligrama.
"Olía a sueño" Nos fugamos una calurosa mañana que olía a sueño, nos marchamos en su moto roja al amanecer, nos besamos en cada silencio perfecto, nos amamos en cada momento secreto, nos miramos soñolientos en cada anochecer, nos buscamos deseosos al amanecer. Ahora ha llegado la soledad, él ya no está conmigo yo ya no estoy con él, se sumergió en un sueño demasiado profundo al que yo pronto llegaré. Auque lo necesite más que al aire aprenderé a morir sin él, sin sus besos, sin su amor, sin su anochecer. Nos fugamos una calurosa mañana que olía a sueño, sueño del que yo desperté el día en el que él se fue.
Si fuese como tú constante, estrella, no solitaria luz alta en la noche, viendo con abiertos ojos eternos, cual ermitaño de Natura en vela,
las aguas que, sacerdotales, lavan las humanas orillas de la tierra; ni contemplando la reciente máscara de nieve sobre páramos y montes...
No, aunque inconstante, aunque inmutable, quiero apoyado en el pecho de mi amor, siempre sentir su pálpito tan suave;
siempre despierto en inquietud muy dulce, callarme para oír su tierno aliento y así vivir siempre, o morir si no.
El poeta habla en este poema de su deseo por ser inmortal, de ser como una estrella que brilla incandescente en la noche y que observa el mundo. Sabe que como es humano tiene que elegir entre ser como una estrella y solo poder observar la tierra o descansar en el pecho de su amada como haría cualquier otra persona normal. Al final del poema llega a la conclusión de que prefiere ser mortal y poder sentir el latir del corazón de su amada que vivir para siempre tan alejado de ella.
Poeta francés. Huérfano de padre desde 1827, inició sus estudios
en Lyon en 1832 y los prosiguió en París, de 1836 a 1839. Su padre adoptivo, el
comandante Aupick, descontento con la vida liberal y a menudo libertina que
llevaba el joven Baudelaire, lo envió en un largo viaje a las Antillas entre
1841 y 1842 (según algunas fuentes, podría haber llegado también a la India).
De regreso en Francia, se instaló de nuevo en la capital y volvió a sus
antiguas costumbres desordenadas.
Empezó a frecuentar los círculos literarios y artísticos y
escandalizó a todo París con sus relaciones con Jeanne Duval, la hermosa mulata
que le inspiraría algunas de sus más brillantes y controvertidas poesías.
Destacó pronto como crítico de arte: el Salón de 1845, su primera obra, llamó
ya la atención de sus contemporáneos, mientras que su nuevo Salón, publicado un
año después, llevó a la fama a Delacroix (pintor, entonces, todavía muy
discutido) e impuso la concepción moderna de la estética de Baudelaire. Buena
muestra de su trabajo como crítico son susCuriosidades estéticas,
recopilación póstuma de sus apreciaciones acerca de los salones, al igual que El arte romántico (1868),
obra que reunió todos sus trabajos de crítica literaria.
Fue además pionero en el campo de la crítica musical, donde
destaca sobre todo la opinión favorable que le mereció la obra de Wagner, que
consideraba como la síntesis de un arte nuevo. En literatura, los autores
Hoffmann y Edgar Allan Poe, del que realizó numerosas traducciones (todavía las
únicas existentes en francés), alcanzaban, también según Baudelaire, esta
síntesis vanguardista; la misma que persiguió él mismo en La Fanfarlo (1847),
su única novela, y en sus distintos esbozos de obras teatrales.
Comprometido por su participación en la revolución de 1848, la
publicación de Las
flores del mal, en 1857, acabó de desatar la violenta polémica que se creó en
torno a su persona. Los poemas (las flores) fueron considerados «ofensas a la
moral pública y las buenas costumbres» y su autor fue procesado. Sin embargo,
ni la orden de suprimir seis de los poemas del volumen ni la multa de
trescientos francos que le fue impuesta impidieron la reedición de la obra en
1861. En esta nueva versión aparecieron, además, unos treinta y cinco textos
inéditos.
El mismo año de
la publicación de Las flores del mal, e insistiendo en la misma materia,
emprendió la creación de los Pequeños poemas en prosa, editados en versión
íntegra en 1869 (en 1864, Le Figaro había publicado algunos textos bajo el
título de El esplín de París). En esta época también vieron la luz los Paraísos
artificiales (1858-1860), en los cuales se percibe una notable influencia de De
Quincey; el estudio Richard Wagner et Tannhäuser à Paris, aparecido en la Revue
européenne en 1861; y El pintor de la vida moderna, un artículo sobre
Constantin Guys publicado por Le Figaro en 1863.
Pronunció una
serie de conferencias en Bélgica (1864), adonde viajó con la intención de
publicar sus obras completas, aunque el proyecto naufragó muy pronto por falta
de editor, lo que lo desanimó sensiblemente en los meses siguientes. La sífilis
que padecía le causó un primer conato de parálisis (1865), y los síntomas de
afasia y hemiplejía, que arrastraría hasta su muerte, aparecieron con violencia
en marzo de 1866, cuando sufrió un ataque en la iglesia de Saint Loup de Namur.
Trasladado
urgentemente por su madre a una clínica de París, permaneció sin habla pero
lúcido hasta su fallecimiento, en agosto del año siguiente. Su epistolario se
publicó en 1872, los Journaux intimes (que incluyen Cohetes y Mi corazón al
desnudo), en 1909; y la primera edición de sus obras completas, en 1939.
Charles Baudelaire es considerado el padre, o, mejor dicho, el gran profeta, de
la poesía moderna.
Obras
Salon de 1845 / El
Salón de 1845 (1845)
Salon de 1846 / El
Salón de 1846 (1846)
La Fanfarlo (1847)
Du vin et du haschisch (1851)
Fusées (1851)
L'Art romantique (1852) con publicación en 1869.
Morale du joujou (1853)
Exposition universelle (1855)
Les Fleurs du mal / Las flores del mal (1857)
Le Poème du haschich (1858)
Salon de 1859 / El
Salón de 1859 (1859)
Les Paradis artificiels / Los paraísos artificiales (1860)
La Chevelure (1861)
Réflexions sur quelques-uns de mes contemporains (1861)
Richard Wagner et Tannhäuser à Paris (1861)
Petits poèmes en
prose o Le Spleen de Paris / Pequeños poemas en prosa...
Le Peintre de la vie moderne / El Pintor de la vida moderna (1863)