El poeta Walt Whitman escribió este poema como homenaje a Abraham Lincoln tras su asesinato.
nuestro viaje ha terminado;
el buque tuvo que sobrevivir a cada tormenta,
ganamos el premio que buscamos;
el puerto está cerca, escucho las campanas
todo el mundo está exultante,
mientras siguen con sus ojos la firme quilla,
el barco severo y desafiante:
pero ¡oh corazón!¡corazón!¡corazón!
oh, las lágrimas se tiñen de rojo,
mi Capitán está sobre la cubierta
caído y muerto de frío.
¡Oh capitán! ¡mi capitán!
levántate y escucha las campanas;
levántate, izan la bandera por ti
por ti suenan las cornetas;
por ti ramos y cintas de coronas,
por ti se amontonan en las orillas;
a ti te llama la influyente masa,
giran sus rostros impacientes;
¡aquí Capitán!¡querido padre!
este brazo bajo tu cabeza;
es como un sueño sobre la cubierta,
tienes frío y has muerto.
Mi capitán no responde,
sus labios están pálidos e inmóviles;
mi padre no siente mi brazo,
no tiene pulso ni voluntad;
el barco está anclado sano y salvo,
el viaje ha terminado y se ha hecho;
de un viaje temeroso, el barco triunfador,
entra con su objetivo realizado;
exultamos, ¡oh costas y sonidos, oh campanas!
pero yo, con triste pisada
camino en cubierta donde está mi Capitán,
caído y muerto de frío.
Valoración personal:
Este poema nos habla de respeto, afecto y admiración. Nos invita a reflexionar sobre el transcurso de nuestra vida y nuestras reacciones. Habla sobre el regreso de un viaje, la vuelta al puerto del que partieron y la gente lo celebra con clarines. Sin embargo, el capitán se encuentra tirado en la cubierta, frío y muerto.
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