Ellos no pensaban en mañana,
no pensaban en nada más,
simplemente soñaban con escapar
de ese mundo demasiado real
para vivir una vida feliz.
Soñaban con el día
en que ellos partían hacia su nueva vida.
La felicidad los esperaba,
pues los dos se amaban.
Creían que su amor nunca terminaría,
que nunca llegaría el día
en que todo se acabara.
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